abrió la fruta en dos partes
como un libro.
la fruta aullaba, pidiendo perdón.
pero cuando la hora llega, llega con la fuerza irrefutable de aquello que es,
que será.
en cada mano apretó la pulpa con sus virtudes,
la despojó de lo bueno, lo malo y lo justo.
y entre los dedos goteó algo parecido al amor, una melaza, un jugo pesado,
como si la sangre tuviera, de repente, otro color.
con el pie hizo un hueco pequeño a la izquierda, un hueco pequeño a la derecha,
y abrió las manos.
cayó muerto el deseo, desde el aire a la tierra.
descansando en la paz del cansancio,
cubriendose lentamente por el fino polvo de la noche.
2 comentarios:
¿Y tú me lo preguntas?
:)
muy muy muy muy
bello
( no se como expresarlo, me hizo pelota )
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