ejercitación II

las hojas no detienen su caída
no pueden o no quieren?, preguntaste.
no importa, te dije.
ni las guerras sus muertes.
por más que crezcas en algún vientre,
todo aquí es lejano para vos.
mis brazos no te mecerán hasta dormir,
no dormirás cerca de mis ojos abiertos,
no serás más que un llanto o un lamento,
algún día,
como hoy.
y a la tierra todos los muñecos
y tus mamás
que hace días que no duermo por estar tus ojos prendidos
y vos agarrado fuerte de mis piernas.
soltame que me tiro, que te mato, que me enfermo.
a la tierra y al vacío, tus cunas tristes
y mis brazos alunados,
que los cuervos no criamos corderos
ni los amos esclavos.