pasando alfalfares

pasando alfalfares se te cayó el porte, así, desarmadito, perdiste todos los puntos del tejido y te largaste a llorar. el chevy no podía con tanta tristeza, acto seguido, paró.
toda la ruta desierta nomás volviéndose triste por acompañarte, y el sol, y el pasto fresco y el seco, y los bichos cascarudos contra el parabrisas, llorando, me limpiaban todo el vidrio, pero venían los otros, los de tristeza más violenta, y se aplastaban de dolor y vos los mirabas y llorabas más. a veces hacíamos paseos así, tan tristes, que mejor no salir de casa.
pero en casa hacía más frío porque no daba el sol y los sábados a la tarde se notaban tanto que mejor irse para disimular, para hacer de cuenta que no nos equivocamos nada, que pasó lo que tenía que pasar y que ya vendrán otros hijos que quieran quedarse más rato en tu vientre.
a unos doce kilómetros venden buñuelos, te decía yo, para sacarte un cuarto de sonrisa aunque sea. entonces el pañuelo haciendo un ruido quejoso en tu nariz, el chevy arrancando de nuevo, y vos pidiendo que lave el auto, que no puede ser, tantos cascarudos.