reivindicación de la orquesta

no le digan a nadie pero yo debería estar estudiando.
vine solo a hacer un break. probablemente un break en mi carrera puesto que estoy muy atrasada con la lectura.
quizás por acelerarme con todo. como ahora que apreto los 35 mil botones del teclado al mismo tiempo porque no puede ser que se demore más de un minuto en cambiar de página y ahora me aparece un mensajito estúpido a cada rato que está acabando con mi paciencia.
por apurona. por impaciente.
así agarro ahora los apuntes, desesperada tratando de devorar las quiticientas páginas que repiten una y otra vez lo mismo, y me enojo con el autor porque insulta mi inteligencia volviendo a decir lo mismo como si no lo hubiera entendido las 300 veces anteriores que lo dijo, estúpido George Mead.
probablemente sea mi culpa, hay un 5% de probabilidad. un 5% que incluye el miedo a rendir y por ende dejar todo para la última instancia, cuando tengo una pila de apuntes en un extremo de la mesa, y en el otro estoy yo pensando firmemente que lo voy a leer todo y voy a tener tiemo de repasar (jaja como si eso hubiera pasado alguna vez), que esta vez me voy a organizar (jaja de nuevo) y que me voy a sacar muybuenas notas, pero sin tocar los textos.
un 5% que incluye las dos salidas al cine para ver "la mala educación" y comprobar que si le pongo un sombrero a Gael García Bernal puede pasar tranquilamente por el pimentero de mi salerito de Mérida, y por ver "La Terminal".
un 5% que incluye mi personalidad de "hombre orquesta" como leí por ahí en una entrevista a Hermenegildo Sabat. ese querer hacer todo, saber todo, experimentar todo. pero no es culpa de eso, no, no.
y mientras escribo esto el 95% de mi (que es la Cas orquesta) salta a defender la pluralidad de todo. odio a esa gente que repite una y mil veces "el que mucho abarca poco aprieta", es un refrán de miedosos que se juegan por una sola cosa. a mi lo unilateral me da escalofríos. me encanta meterme en tres cosas aunque termine a los tumbos en todas, tener una sola me deprime y me da ganas de dejarla, entonces busco más, como una cuestión de supervivencia.
es una especie de vicio. me encanta pararme frente a los paneles de mi(s) facultad(es) y ver cursos, charlas, muestras y anotarlas en mi agenda imaginaria.
quizás sea que no me gusta estar condenada a un solo contexto, aunque no sea la chica más social del universo, y de hecho, no sea social para nada. es restarle importancia a todo, porque después de la cosa "X" tengo la cosa "Z", así que lo "X" no tiene porqué acaparar toda mi vida.
alguien por ahí dijo que es un problema que tengo que encubre el hecho de que no puedo comprometerme con nada, pero en realidad eso lo dijo "alguien de por ahí" y me importa tres cominos: porque cualquiera hace bien las cosas llegando temprano a clases, yendo a todos los teóricos, tomando notas sin mirar a la ventana que tiene nubes tan bonitas, y estudiando lentamente. Pero qué bonito es andar por la calle y sentirse orquesta y tocar un instrumento y después otro o todos a la vez y hacer un ruido bárbaro, porque después de todo, una va con música propia, y no con ruido ambiente.