16.9.04

anecdotario natural II

Juro que es verdad.
Después de esta frase esperan algo bueno, ¿no?, pues no se ilusionen porque no lo van a tener jeje. Pero sí fue verdad: hoy la naturaleza me atacó. Si, quizás lo estoy exagerando jeje pero fue masomenos así.
Salía yo de mi exámen, cansada de ver qué desproporcionadamente grande era el cuello del chico sentado delante de mi y de esperar que mi compañero me devuelva la lapicera de fibra que le había prestado para que él escriba sin parar mientras yo trataba de alargar mis pobres líneas... como les iba diciendo, salía de clases camino a mi casa pensando en la riquísima y jugosa mandarina que iba a comer, cuando cayó al lado mío una ramita desde el cielo. levanté la mirada y... era un pájaro; que no solo había tirado la ramita sino que estaba persiguiendo a otro, lo que me sorprendió porque nunca había visto a pajaritos perseguirse y menos a los gritos, porque gritaban, o hacían eso parecido a un graznido. Iban de rama en rama del árbol que estaba a un metro. Saltaba el pajarito nº1 a una rama, y ya estaba el pajarito nº2 pisándole los pies (o las patas) y gritándole. Pensé por un momento que era un hornero, mi abuelita me dijo que los horneros machos les pegan a sus hembras que son las que hacen el nido (aclaración: no soy feminista, y menos una apícola).
me dije a mi misma que deje de molestar con los pájaros y siga caminando y apenas me di vuelta pasó volando (sino cómo, verdad?) otro pajarito, a la altura de mi hombro y muy cerca, con una ramita en su pico que tenía hojitas como la de la paloma de la paz, solo que no blanca, marrón. y no paloma, pajarito.
seguí con mi rumbo. Y me cayó algo en la cabeza. de esas frutitas amarillas todas abolladas, que mi mamá me decía que eran venenosas cuando era chiquita, para que no las ande alzando por la calle (siempre recogía porquerías por ahí) y que mordí una vez para probar si efectivamente eran venenosas, pero me dio asco y la escupí.

3 comentarios:

Christian dijo...

Una de las grandes mentiras de nuestras madres es hacernos creer que aquellas frutas (en mi caso) rojas, son moras. No, no lo son. Y una vez me comí como 20 de tan chiquitas que eran, y termine una semana en cama.

Lo de los pajaritos fue muy tierno.

Y ojala que haya ido bien en el examen.

Anónimo dijo...

hola hermosa cas,cuidado cuando la naturalesa se revela con la humanidad,los pajaritos tambien sufren de estres,y ataques de panicos,y dicen,que hay algunos que matan gente inclusive,pero quien puede sospechar de un pobre pajarito,nop?......

Anónimo dijo...

hola cas,y sigue en la gran busbuja violeta,o se deja contaminar por otras busbujas mas violentas,espero que no,y siga conservando ese hermoso color de burbuja,y que no caiga tanto.......

Mi foto
Libros publicados: *Sobre Todo (Ed.Intravenosa, 2010) *Paisaje (Ed. 3 Tercios, 2014) Antologías: *Once. Salpicón jujeño de poesía (Ed. Intravenosa, 2011) *Antología Sumergible (EdiUnju 2012) *Arcade (2017) *Antología Federal de Poesía NOA (2017) contacto: nuria.salome@gmail.com