verde marea la de los campos húmedos
los pobres queriendo ser sábanas, párpados, tábanos
se acuesta arrugada en las olas rompientes:
espera tu cuerpo
que venga profundo
tu espalda de mástil
tu ondear de muda sirena.
en la planta de tus pies
también crece una cartografía secreta
nadie puede leerla
más que este mar, el algodón, las sábanas viejas.
las cosas te anticipan, intuyen tus manos
se desvisten de sus formas, se disfrazan,
son otras, se obligan, se hieren en el vuelco
te ven pasar, inmune hasta las aguas,
espuma toda brotando.
llueve adentro del mar
¿es verdad que cerrando los ojos
no se mira más?
¿sabe el polvo flotando en el aire
que la tarde no es un milagro?
¿sabe tu voz, en algún lugar de tu cuerpo, antes
de volverse palabra, que sale de un mapa
antiguo, de un templo?
llega por fin el andar al puerto
giran las anclas
cruje el desvanecer de los dedos.
tu cuerpo es un pez en mis brazos,
agitándose todo el universo.
1 comentario:
Tus poemas son como una suma de muchos haikus. por eso me gustan. me quedó versos. esta parte me encantó:
¿sabe tu voz, en algún lugar de tu cuerpo, antes
de volverse palabra, que sale de un mapa
antiguo, de un templo?
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