el fondo,
la superficie
los iglúes
que se recuestan sobre abrazos estáticos
y anhelan
un sol que pase como sin querer
como así
nomás
como por
las dudas
rascar
rascar rascar buscando tierra
jugando a
plantar semillas
autosuficientes
¿de qué
nos sirve sino tanto tiempo que ha pasado?
piensa el
señor del iglú
y se
sienta sobre el rostro congelado de su esposa, debajo del cráter
helado desde
una indiferencia tan atlántica que espanta
y piensa
si tan
solo otro abrazo
otra
cercanía
una media
sonrisa, nomás un reproche,
las bocas
húmedas
una panza
caliente de novia
si tan
solo cada temporada
no durara
tanto
y tan
poco
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