cuando a santa rita se le secó la frente
y al cristo las espinas
ella miró fijo una hornalla, se rascó un tobillo con el otro pié
cortó la carne, separó los huesos, puso el agua
remojó los trapos, se pasó la mano mojada por la panza abultada debajo del
delantal.
la casa era un hornito caliente de barro.
el viejo un resto de vino tirado en la colcha.
nadie oiría el crepitar del trote embravecido queriendo escapar del calor.
ella miró fijo la hornalla, se rascó un codo y la nariz,
cortó la carne, separó los huesos, puso más agua
remojó la ropa, se pasó la mano temblando por la panza abultada debajo del
delantal un poco quemado, un poco hediendo restos de vino
y charqui culposo y caliente de hornito de barro.
4 comentarios:
¡actualice de nuevo! Uno por hora estaría bien. Aplauso.
Su libro ahora tiene una mancha de mate.
<3
(No, no es un pene atrofiado, es un posible corazoncito)
:)
And you´re back! :D
Publicar un comentario