no más

yo te dejo que jugués un rato más, cuántos ratos ya vas juntando y yo aquí parada, en un pie, en el otro, con los brazos en jarra, llorando.
desde hace siglos esto no es más que tarde, de esas de piano jadeando sobre azulejos verdes, de fotos movidas por tu risa, qué más las movería.
en el medio alguien hace chistes, y yo te armo y te desarmo con tu nariz y tus cejas, con cosas que ni eran tuyas, con alas y banderas, con pasto de países sin haber pisado, con salsas quemándonos la lengua y el amor.
tanta urgencia, qué testaruda, tanta urgencia en anochecer.
y dejás aquí toda la tarde. ya no nos quedan cartas, ni juegos de mesa, ni codos sobre las rodillas, ni caras sobre las manos sobre los codos, ni pomada para que no duela tanto, ni olor a perejil.
yo te dejo jugando, algún día te cansás y volvés, se te caen las medias, la dirección y la muerte y volvés.
la calesita da vueltas y ahora sí estás. y bajás. y me ofrecés un mate, me das el beso que me mandó mi abuelita y ya no es más tarde. no más.