si no hubieras hecho equilibrio en el borde, justo en el borde del techo, esto no habría pasado.
y tu cuerpo no sería un ungüento con piel debajo y huesos.
el olor a santería lo traías de antes, de cada sonrisa. te reías y entonces viento y yerba quemada, incienso, carbones de la india, ortiga y albahaca. como para no quererte.
del fondo de tus ojos acartonados salió una lagrima, unita sola cuando estabas tirada en el piso, doblada en todas las direcciones, señalando con cada pata un camino y con los brazos imitando a Jesús. entonces atrás todos gritaron que no estabas muerta y fueron corriendo a traer una sábana, un médico y una bruja.
el médico nos cagó retando media hora, que porqué te movimos, animales. parece que cuando te despertés de ese sueño medio extraño te va a doler todo o, a lo sumo, se te caerá. pero por lo menos no estás muerta, dijo la bruja, medio triste, sentada al costado y mirando todo.
mamá me pegó después que se fue el médico, creo que antes no se había acordado. creo que yo no me voy a olvidar más. dice que yo te dije que subas al techo a hacer equilibrio, le dije que no, que yo no te dije, pero me pegó igual.
todo el tiempo a cintazos en el culo y yo sobre su falda, no lloré, ni un ratito, porque pensaba en vos y en que me dijiste que ibas a ser santa y que sshhh no le diga a nadie, que apenas subas al cielo me cumplías un deseo y de paso me bajabas la pelota del techo.
mamá me pegaba y lloraba, y la bruja ahí que no se había ido, mirándome fijo, fumaba y en el humo hacía caras parecidas a vos.
le dijeron que se fuera, que con los ungüentos y las pomadas, y lo que el médico dijo. ella se levantó medio sonriendo y se hizo de noche.
me fui a dormir y no me dejaron verte, mamá me miró con el cinto en los ojos y salí rajando.
me acosté boca abajo, por el culo que dolía. pero no podía dormir mirando en la ventana a la bruja que te fumaba. en eso cerré los ojos.
los abrí de golpe y asustado cuando mamá gritó y el grito llenó la casa y el corazón me latía fuerte. me bajé a los tumbos y me acerqué a la ventana, a ver si estaba la bruja, pero no, solo la pelota, rebotando en el suelo.
6 comentarios:
clap clap clap... tres veces clap.
imposible agregar nada.
ucxlfx
escuchame no vale eso de amenazar con recomendar libros y después irse como si ná.
ya te dije, creo, que tus textos me hacer acordar mucho a Rulfo. El llano en llamas.
Ese es el que te recomiendo.
Aquí quédome, tamborileando los dedos esperando la recomendación.
L.
Realmente... es imposible agregar nada.
Genial.
Un abrazo
Oh, sí, ella es tan genial, genial, nos deja sin palabras, oh sí, qué bonitas imágenes, qué bien, me transporta...
¡Pero YO sé cómo peina cuando se levanta!
Muejeje!
Bueno ¿cuándo empezamos a buscar editor?. Ya estoy viendo la tapa del Luciérnaga Furiosa book!
P.D: Por cierto, soy sólo un amigo, no quiero ahuyentar a nadie :) je!
Haber recuperado la pelota no es poca cosa. Muy lindo, che.
muchisimas gracias a todos, de verdad, por pasar y comentar.
menos a felfos.
felfos: matáte! yo se lo que hacés por las noches y nada de libro ni nada. mates sí, acepto.
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