tus ojos estallaron en catedrales,
pero estabas tan bonita igual.
hasta que empezaste a llorar a campanadas y la angustia se hizo insoportable.
tuvimos que matarte, vos entenderás, no es que no haya amor, quizás fue que había mucho.
pero tantas flores te llevamos. y velas, también, con olor a incienso.
quisieron venir unas viejas con tul negro en la cara, pero les dijimos que ya era mucho.
todo tu cuerpo de muñeca santificado por nosotros, que íbamos bailando un carnavalito atrás tuyo, cantando en jeringoza tu nombre, tontísimos.
imaginamos que te hubiera gustado, no la parte de la muerte, el resto: nosotros, tan contentos.
4 comentarios:
Se le hizo costumbre esto de hacer estallar los sentidos, las palabras, forzando imágenes y sonidos. ¿Para cuando el recorrido por editoriales?.
Namarië!
P.D.: O sea, buenísimo.
Celebro que entre el texto anterior y este hayan pasado escasos 3 dias! Y con una calidad alta, como siempre (y afortunadamente)
Y si, mejor que abultes una carpeta con estos cuentos/fantasias/semiepopeyas y los compiles como para editarse como dios manda.
Yo? Dibujando...
SIMPLEMENTE GENIAL.
"tuvimos que matarte"
bello, exelente....
besos
muy buen blog, se echa de menos ver blogs literarios asi
Publicar un comentario