un hueso ha crecido dos metros desde tu tobillo. enredado como las ramas de los arboles azules rejosos de las ruinas municipales.
a primera vista parece ser el plano calcado de esa sucia belleza que te arrastra.
pero no. en el fondo hay un cascabel de labios bien pintados, que arruga la boca y canta solo (apoyado en los meridianos de tu cuerpo, iluminado en un pequeño escenario) una canción de edith piaf.
legiones de muchachas tristes se acercan a tu estómago a escucharlo.
y se van corriendo mientras lloran.
porque el cascabel sólo sabe cantar sonriendo para mi.
me lo ha dicho un día que dormías y soñabas con libros amarillentos.
pero es un secreto.
3 comentarios:
Edith Piaf me recuerda a mi papá.... supongo que cuando se muera lo voy a recordar con ella y así..
cascabel
qu� te traes entre manos estimada Cas-cabel :)
Cascabeles, libros amarillentos, y una tortuga que se asoma desde el borde de las páginas y le sonríe al techo. De eso, están hechos algunos sueños.
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