prometo no jugar, prometo no jugar. dije, pero salí corriendo.
calesita de hojalata, gira alrededor de mis dedos.
no te muevas, viene el sueño. a correr, a sabotear lo que tu boca tiene de incierto.
intento adivinar de que color es el colibrí nervioso que golpea tu recuerdo.
no lo logro. poca concentración, me dijeron.
temo la imprevisibilidad del algodón de azúcar. cuando los pasos no sean mas dulces, cuando temamos también al invierno.
el ocaso nos oprime, vamos a escapar de nuestros ojos, a dejarlos en estos dos huecos.
dejar la palabra ocaso, donde alguien quiera ser su dueño.
ya nada será mañana, cuando no podamos chocar las rodillas en la arena.
y decir: nada importa, nada suena, nada es.
2 comentarios:
La leo, como siempre. Qué gran gusto.
exelente!
exelente!
escribis demasiado bien,
podes pasar por mi blog?
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