se cae el mundo sobre Buenos Aires y ella come en los chinos.
no hay vereda lo suficientemente húmeda que pueda detenerla.
más al norte (mucho más), él dibuja mapas en el interior de sus lentes, invirtiendo las distancias de lo permitido.
en otro universo, festejamos el día de santa margarita practicando un voyeurismo suave y mentolado.
constelación fragmentada de lucesitas, parpadeamos sin saberlo debajo de la lluvia.
no hay viento sur que nos impida latir, ni capital más poblada que impida vernos.
2 comentarios:
hola! Llegué aquí no sé desde dónde pero me encantó lo que encontré! estaré por aquí de nuevo , si me lo permitís!
Besos
cuando quiera
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