un contenedor de pañuelitos, por favor

terca como la hermosa mula de "la vida es un milagro", no tomo analgésico alguno.
concurro engripada a mi primera clase de semiótica.
fiebre y mareos me hacen confundir símbolos, íconos y diagramas.
saussure me mira avergonzado desde un rincón y yo comienzo a reír presa de mi típico delirio de enferma, también conocido como la payasa del grupo.
sentada en el frío piso del aula sueño con ser Sabaha agarrada de las vigas de la cabaña, rodando por los campos que serán míos, comiendo un pan con mermelada abrazada a Oliverio, mi hermoso gato negro.
pero me duele la garganta, no podría comer nada. no comprendo porqué estamos hablando de pronombres, menos entiendo porqué solo yo se la respuesta de la pregunta que no escuché.
es completamente injusto que tenga que estudiar ya casi en primavera y que justo ahora me engripe.
la fiebre patea con saña las flores de lapacho que pretendían adornar mi frente.
el pañuelo que gentilmente me dio mi compañero, es ahora un pedazo arrepentido de tissue.
y yo, la sombra de la Cas que amenazaba con conquistar el mundo esta semana.