olor a lluvia

En realidad me interesa muy poco Habermas a esta hora y con este sueño. Me devoré muy rápido 6 niños envueltos, cual una leal admiradora de Anibal Lecter y ahora mi sangre está ocupada en el proceso digestivo por lo que tengo excusas para salirme del teórico y venir a internet y escribir un pésimo post (como me dijeron que fue "anecdotario natural II" y por lo que no contaré la vez que vi un arbolito lleno de ratas en vez de pajaritos).
En estos momentos y pese a que Cypher no me crea, no tengo nada interesante para contarles. Mi vida es un perfecto desorden y por más que haya anotado todo lo que tenía que hacer para no olvidarme y no tener ataques de histeria a último momento, fue en vano.
Solo el domingo hice algo interesante. Fui a sacr fotos a un lugar al que hace mucho le tengo hambre, lleno de antigüedades y cosas y parte de otras cosas y etcéteras. Pedí permiso y me dejaron entrar y ahí estaba yo, com hace mucho no me pasaba, poseída por la Reflex. Después comenzó a lloviznar, relámpagos mediante, y todos los artesanos corrían como hormigas con sus tablas y hierros y aros.
Se terminó mi rollo y fui a ver Farenheit 9/11, preparándome para no llorar de la bronca si pasaban alguna imagen que nates me había agarrado desprevenida. No lloré pero ya estaba lista para enlistarme en las fuerzas de la resistencia iraquí.
Terminó la película, prendieron las luces, salimos, hacía frio y llovía todavía, así que no hubo otra opción que ir a tomar un café doble y volver rápido a ver el capítulo nuevo de Los Simpsons. No me molestaría para nada que mi vida fuera la repetición eterna de esa tarde.