deshilachada vas por la vida, te dicen todas las madres de la cuadra, cada una en su puerta, sus brazos en jarra, los ruleros adentro y afuera, la pollera mojada.
hijita, dejá de montar las garzas sucias, dejá de volar tan bajo, volvé.
los pies te ramean, mirá, date cuenta, te dicen, todas al mismo tiempo, y vos vas, mendigando de una esquina a la otra de la misma cuadra, montada en la garza rameando las patas, puchero caído y la nuca al sol, quereme sol, dame los besos que nadie me dio, patita en el piso, tomando el impulso, la garza más vieja, la cuadra más larga, la madre más mala, el piso tan cerca, el sol en el cuello, en la espalda, la garza se cae, la niña también, las madres codean, te dicen, te dije!, y vos en el suelo, en la cuadra, en el medio, con las manos arriba, puchereando hasta las rodillas raspadas, sin poder volver.
1 comentario:
El piso tan cerca, el sol en el cuello... Bienvenida, Casandra.
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