el viento que vas a venir y la lluvia que no caigas
porque no habemos con el espacio que difícil es transcurrir
y hablando andar sobre debajo de la tierra que
repleta está a cada hora nuevamente y siempre de todos
los que se fueron por el uso indebido de la vida.
temoreando temprano por los vasos de sangre que regulan
la miserabilidad diaria porque no hay latir firme
todo hiriente al punto de  reposar
y reposando atrasa, atrasa el latir.
quizás si con cuidado te ponemos a la sombra
florecer pudieras sin la verguenza del mirar
y latir, por arriba, de esa línea que se suele señalar.