era hora de despertar los capullos, y tus manos tan frías en la noche, acariciándolos.
porque no estabas parada en la tierra. eras una continuidad dulzona y agria, en tallos largos e indiferentes.
la helada daba menos miedo que tus manos y nunca quiser estar en el lugar de los capullos.
uno a uno, bonsoir monsieur, wake up. vos hablabas más idiomas, según entendió mi oído, pero nunca supe cuáles eran, y solo repetía en voz bajita. bonsoir monsieur, wake up.
yo no daba para más, al lado tuyo, casi nadie.
y el tallo mamá que eras vos en la noche de la helada canturreaba canciones de cuna al revés, bajaba bufandas por las pestañas para los capullos, rugía de furia cuando se caían y ya no había nada que hacer por ellos, porque dejarlos caer era fatal.
vos silbando, susurrando, haciendo toda clase de ruidos imperceptibles desde los labios para fingir que no te importaban tanto, que lo hacías porque se habia acabado el té de menta y en la radio ya los tangos no son lo que eran antes, a eso de la 1 cuando te sentas a crujir con los maníes en el escalón de casa.
que lo hacías porque había que hacer algo. y ahí estaban ellos, indenfensos, muriendo de miedo por vos.
rogando que la helada los lleve, antes de que vuelvas a llorar.
3 comentarios:
aaiiii sacame la duda
de donde sacás las fotos de "fan"
pegás los gifs o tenés una pag que tiene códigos html?
besos!
Voy leyendo y se me va medio dibujando una sonrisa, sigo leyendo y casi que me río, termino de leer y me queda en la boca el gusto del dulce de leche y cuatro almendras machucadas. Muchas gracias.
Yo cambiaría los cacahuates por tutucas
¿qué dices? ¿me invitas?
beso
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