derechos de autor

en el desvarío provocado por el aburrimiento o por la simple negación de la realidad, una imagina cosas que hasta rozan con lo funcional. mi gran deseo siempre fue que existan parlantes en cada esquina de la ciudad pasando música las 24 hs, obviamente música que a mi me guste, sino qué gracia, después de todo lo imagino yo, no tengo porqué ser democrática.
el llegar al fondo de los malos tragos me hace imaginar otra. una especie de aura protectora de copyright, como un anti-spam de invasión intelectual, y entonces nadie podría arrebatar tu pensamiento por más flojo que sea lógicamente, o tu obra por más antiestética que sea.
será que me quedó grabado muy profundamente el "no toques nada que no sea tuyo" que me repitieron mis padres en la niñez.
pero la altanería hipócrita que significa pronunciar palabras robadas, opinar fingiendo la más campante espontaneidad repitiendo hasta las muecas del otro, me desespera.
quizás porque lo he sufrido muchas veces. comentarios en clase que alguien escucha y se adjudica por el solo hecho de levantar la mano, ideas propias que el grupo convierte en suyas en cuanto ven que a alguien más le gustó pero que antes no apoyaban, chistes que no causan ninguna gracia pero que después son contados a las carcajadas por esas personas, fotos que son usadas sin la más mínima autorización. muchas actitudes de mierda, porqué disfrazar lo ordinario de sutil, de gente que ni siquiera celebra la obra o el pensamiento, ni siquiera sonríe minimamente, quizás porque está pensando ya en cómo adecuarlo a su rostro.
sería genial crear un copyright que acompañe nuestras mentes como un sombrero en todos los ambientes, qué pena que también se roben esa idea.