en mi pieza jujeña hay 4 colores.
la pared violeta tiene dos cuadros azules, la mesa de luz que quedó ahí después de una sesión de fotos, sobre la mesa: un espejo tapado por un sombrero y dos boinas, las tres corbatas más lindas de la casa, mi hermosa hijita (la reflex), los restos de un sahumerio prendido para espantar el olor del cigarrillo, cuyos restos descansan en un cenicero, dentro del cajón. una guitarra desafinada, otro espejo pero que apunta al piso, un ventilador que no da vueltas. un ropero que no se usa, que tiene un espejo con una foto en blanco y negro.
en la pared de color indescifrable: un cuadro hecho con carbonilla. una caja a la que voy a buscar todo lo que no encuentro. una sillita enana verde que tiene una pila de libros y papeles y apuntes y fotos y postales españolas que miro con cariño antes de dormir. una lámpara que no debe dejarse encendida más de media hora porque sale olor feo.
en la pared rosa viejo: dos ventanas grandes llenas de cortinas grises que antes eran una colcha. y una puerta de vidrios texturados que tiñen de sepia la habitación cuando atardece.
en la pared celeste: otro espejo sin uso porque está muy alto. un estante blanco que yo pinté guardando gatos de madera, revistas, fotos, un mate lleno de whisky, zapatos, un martillo.
abajo, el piso completamente rojo, mis eternas zapatillas azules, una cajita de madera llena de piedras, mis pies.
3 comentarios:
Cualquiera diría que tus hábitos etílicos son algo extravagantes. Qué lindo poder compartir ciertos secretos, como aquellos que guardan el río Xibi-Xibi y los cerros de Juella. Namarië hermosa princesa emburbujada!
Uo conozco ese rincon y si, es igual de mágico...
una caja donde uno busca todo lo que no encuentra me tocó de manera muy personal.
Y pieza jujeña lo relacioné inmediatamente con persiana americana.
increible la imagen que pintaste. muchas pero muchas gracias.
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